viernes, 1 de octubre de 2010

MENTE EN BLANCO.



Coge las llaves del coche, abre la puerta y la cierra de un portazo. Pim pam. Camina hasta al aparcamientro, abre su deportivo. Lo enjega, sale del parking, y coge la carretera secundaria que esta a cinco minutos de la primera entrada a l’autopista.
Una vez en ella, pone su CD favorito. Volumen 28. Y accelera, 100 km/h. Y piensa – maldito cabrón, quien coño se cree que es él cómo para no acceptar una tercera cita conmigo, ni que fuera guapísimo el muy jodío! -, 130 km/h. Y piensa en el trabajo y las pocas ganas que tiene d’empezar de nuevo. Otro año más aguantado a la amargada de su jefa. – Maldita hija de puta -, 160 km/h. Y piensa… No. Mente en blanco, ya basta de pensar, es su último dia de vacaciones y se lo va a dedicar únicamente a ella misma.
190 km/h. Pim pam.
Llega a la capital. Aparca rápidamente. Coge su bolso i cierra el coche.
Y ahora sí. Tiendas y más tiendas. Y la tarjeta que echa humo. Un bolso Prada. Un pañuelo Hermes, Unos tacones Jimmy Choo. Y un vestido Dolce&Gabana de cóctel.
Que placer.

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